El canterano que silenciosamente entrena desde hace algunos años con el primer equipo adquiere madurez para seguir cumpliendo metas a mediano y largo plazo.
Marcelo Fabián Vásquez Cárdenas nació el 18 de julio del año 2001 y es una de las promesas de los rojinegros para escalar en el balompié.
Su idea es clara, desde que llegó a la tienda rojinegra, proveniente del club amateur Internacional Atlético Comercio de la capital regional del Maule.
“Fue a los trece años, me vine a probar, en realidad vine a lo que saliera, si quedaba ideal, mi mamá me tenía mucha fe. Me dejaron y de ahí en adelante comencé a trabajar duro, he estado integrado al plantel adulto ya hace algunos años y mi idea es seguir creciendo diariamente”, sostiene de entrada con firme convicción.
Más que imaginarse vueltas olímpicas o situaciones en particular, su idea es que la profesión sea un recorrido que al final del camino le entregue la tranquilidad de haber hecho bien las cosas, aunque para eso falta demasiado. La historia recién comienza…
“Llegar lejos, ir paso a paso, hacer una carrera, más que ir pensando en títulos y logros puntuales, me gustaría que al final de mi carrera pueda reflexionar en que logré dedicarme a esta profesión y lo haya realizado bien entregando todo de mí”.
Debutó profesionalmente el año pasado ante Deportes La Serena en partido jugado en Ovalle, debido a la expulsión de Richard Leyton ingresando a los diez minutos de juego, situación que recuerda perfectamente.
“Fue inesperado, estaba en la banca y había que ingresar, estaba nervioso cuando me abroché los zapatos, no tenía espacio para ponerme más nervioso y en el partido, ya que ingresé y había un tiro libre para el rival, atajé y a seguir jugando nada más”.
¿Referencias en el puesto?
“Bueno por todo lo realizado, indudablemente que Claudio Bravo, y acá tengo el privilegio de compartir con Nicolás Peric, a quien admiro por su diario trabajo, me sorprende que a pesar que ya está en la recta final mantenga el nivel llegando a espacios difíciles, en fin… ojalá no se retirara nunca para seguir disfrutándolo”.
Se le otorga un significado trascendente al juego con los pies de los arqueros modernos, fase del juego que estima importante, no obstante hay que evaluar a los porteros por otros aspectos, según considera.
“El juego con los pies, ya es una obligación, el arquero de la actualidad debe manejar muy bien ese aspecto, es un jugador más que debe participar en el juego del equipo y eso se debe a cómo se ha trabajado en los últimos años. Pero es muy importante, y al final lo más importante que el arquero ataje, eso es lo trascendente para el puesto”.
Para finalizar establece claramente que el fútbol es la meta principal, no obstante busca cumplir etapas de escolaridad.
“Estoy cursando el cuarto medio, de manera especial por el tema de los entrenamientos, y bueno ahora por lo de la pandemia. Mi intención es ir con todo por el fútbol, me he enfocado mayoritariamente en eso, pero sin dejar los estudios de lado, debo terminar la enseñanza media por el momento. Mi idea en todo caso es proyectarme y enfocarme en el fútbol para construir una carrera profesional”.